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Cada vez que nos sometemos a una rutina de ejercicios, a alguna fase con algún objetivo claro (hipertrofia, fuerza, resistencia, etc) y por ende a un entrenamiento sostenido en el tiempo, el cuerpo debe realizar modificaciones para poder sobreponerse a los esfuerzos que estamos realizando. Muchas son las anécdotas y las documentaciones sobre personas que exponen su caso clásico de “antes y después”. Estamos claros que desde un punto inicial a otro más avanzado en el tiempo el cuerpo del individuo ha cambiado.

Lo anterior no es secreto para nadie y es muy bueno ver personas superándose así mismas para lograr sus metas.

Ahora, desde un punto de vista fisiológico: ¿Qué pasa con el cuerpo cuándo nos entrenamos? ¿Qué modificaciones concretas debe realizar el organismo para poder seguir con la siguiente sesión de entrenamiento? ¿Funciona así para todas las personas? En el artículo de hoy responderemos  estas y otras interrogantes a través del llamado “síndrome general de adaptación” propuesta por el fisiólogo austro-húngaro Hans Selye.

¿Qué es el estrés?

¿Qué tiene que ver el estrés en todo esto?, bueno en primer lugar y según la web Wordreference, la palabra estrés significa: Alteración física o psíquica de un individuo por exigir a su cuerpo un rendimiento superior al normal. Por lo tanto, estamos hablando que el estrés es un agente que produce algún estímulo en el organismo, como lo puede ser una lesión a nivel físico, como un miedo muy grande a nivel sicológico. Ambos ejemplos exigen al cuerpo un nivel superior al normal de actividad.

El cuerpo humano siempre intenta de encontrarse en equilibrio u homeostasis. Siempre por más estímulos que haya en el exterior, nuestro interior siempre trata de mantenerse en el equilibrio que permite la vida.  Cuando tenemos calor sudamos para enfriar el cuerpo y mantenerlo en la temperatura adecuada; cuando tenemos frío nuestro cuerpo tiembla intentando que esas contracciones musculares generen el calor para mantener la temperatura adecuada.

Por lo tanto podemos decir que el cuerpo humano está constantemente bajo el estrés del medio. En el caso del entrenamiento físico, podemos establecer que el estrés será representado por el ejercicio físico, ya que supone una exigencia superior al equilibrio y a la normalidad del cuerpo.

Etapas de la respuesta del cuerpo frente al ejercicio físico

1.-FASE DE ALARMA: shock y contrashock

Shock:

  • Frecuencia cardiaca a nivel de la carga por aumento de oxigenación a los músculos
  • Liberación de corticoides (antinflamatorios esteroidales)
  • Glándulas suprarrenales descargan granadina y adrenalina
  • Caída de la glicemia
  • Destrucción del soporte proteico
  • Disminución en la velocidad del ciclo de Krebs
  • Mayor presencia de polímeros y aminoácidos en sangre y urea (indicador de destrucción muscular)
  • Excesiva perdida de sodio por la orina

Contrashock: Respuesta controlada por el tronco cerebral (acción simpática).

  • Glándulas suprarrenales producen Noradrenalina (disminuye y controla la frecuencia cardiaca)
  • Aumento de temperatura corporal y aumento de la presión arterial
  • Mayor secreción de corticoides
  • Hiperactividad de Somatropina (hormona del crecimiento)
  • Retención de Sodio y Potasio
  • Balance nitrogenado positivo

Acomodación: Cambio fisiológico inmediato de la sensibilidad celular, aumentando esta. Demora de minutos, a horas

Asimilación: Funciona a niveles estructurales, tejidos y órganos. Demora días (Ejemplo: Hipertrofia)

Profundidad del estrés: Punto de profundidad máximo del estrés

2.- FASE DE RESISTENCIA

 En este punto, el cuerpo ha realizado las modificaciones correspondientes a las acciones que produjeron, por ejemplo, la destrucción muscular en la etapa de schock aumentando la hiperactividad de la somatropina, produciendo así una “reparación” muscular frente al tejido dañado ya que como habíamos dicho, la hormona del crecimiento es una hormona anabólica (propicia aumento de masa a muscular). La diferencia es que en este punto, y debido a la mencionada hiperactividad de dicha hormona, nuestro tejido muscular se encuentran en mejor condición que en nuestra situación inicial. Nuestro organismo además de volver a niveles iniciales, sobrepasa a estos. Lo que en el gráfico se describe como “supercompensación” a los niveles por encima de la homeostasis o equilibrio inicial.

3.- FASE DE AGOTAMIENTO

El organismo no logra “sostener” estos niveles por encima del equilibrio inicial y comienza el agotamiento hasta descender a niveles similares a los iniciales en los que comenzamos el ejercicio físico.

Conclusiones

Con lo que hemos visto anteriormente, podemos decir que el estrés es cualquier agente externo que produzca un estímulo en nuestro organismo. El organismo frente a este estímulo  produce reacciones fisiológicas para poder sobreponerse a los factores cambiantes del estrés externo que producen en nuestro cuerpo.

En la fase de alarma en la etapa de schock, el cuerpo reacciona en primera instancia contra el estímulo externo: en el caso del ejercicio físico, destrucción muscular. En la etapa de contra schock, controlado por el tronco cerebral, produce una hiperactividad de la somatropina produciendo la reproducción y regeneración celular para suplir las células musculares destruidas.

En la fase de resistencia, al haber una actividad muy alta de esta hormona, el organismo regenera y produce más células musculares que las destruidas  y por lo tanto más de las que teníamos inicialmente. Finalmente en la fase de agotamiento, estas  células “en exceso” al no ser utilizadas se degradan dejando al organismo en niveles semejantes a los iniciales.

Es por todo lo dicho anteriormente, que los entrenamientos poseen ciertas frecuencias en días según intensidades, para poder aprovechar estas células musculares “en exceso”, me explico:

Homeostasis, estado normal: 4 células musculares

Fase de schock: 2 células musculares

Fase de contra schock: 4 células musculares

Fase de resistencia: 5 células musculares

Fase de agotamiento: 4 células musculares.

Utilizando las frecuencias de entrenamiento correctas según intensidad, podríamos comenzar un entrenamiento cuándo nos encontramos en la fase de resistencia aprovechando estas células “extras “que se producen en esta instancia. Siendo ese el caso y con el ejemplo mencionado en la siguiente sesión nuestra homeostasis o estado normal ya no sería de 4 células musculares, sino de 5 células musculares. A sí mismo, una vez terminada esa sesión de entrenamiento, en la fase de resistencia tendría 6 células musculares y así sucesivamente produciendo la hipertrofia muscular y ganancias de fuerza.

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