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Las hormonas gobiernan mucho de los funcionamientos de nuestro organismo, ya que son las encargadas de regular los procesos y funciones de muchos órganos, para dar una respuesta adecuada frente a estímulos que nuestro cuerpo reciba. Cada vez que enfrentamos una situación que nos saque de nuestro equilibrio, nuestro organismo libera hormonas con el fin de dar una respuesta adecuada y adaptativa con el fin de situarse adecuadamente ante estos cambios.

En cuanto al entrenamiento no es excepción, ya que al ejercitarnos liberamos un sinfín de hormonas con el mismo propósito; adaptarnos a los cambios corporales que enfrentamos a través del ejercicio. Es por eso que el día de hoy les vamos a hablar de una hormona que es fundamental para el desarrollo de la masa muscular.  Veremos qué son las hormonas, qué es la testosterona específicamente, cuáles son sus efectos en el aumento de la masa muscular y qué tipo de ejercicios y entrenamientos pueden resultar más beneficiosos a la hora de querer liberar más de esta hormona en nuestro cuerpo.

¿Qué son las hormonas?

Las hormonas son sustancias químicas liberadas por células especializadas que son parte de las muy conocidas glándulas endocrinas. Las hormonas actúan como “señalizadoras” para dar respuesta frente a algún estímulo en el organismo y funcionan transportándose a través de la sangre hacia sus órganos efectores, que son dónde ejercen su objetivo regulador.

¿Qué es la testosterona?

La testosterona es la principal hormona androgénica (virilizante). Es la principal hormona sexual masculina, ya que el 95% de la producción de testosterona en el hombre se da en los testículos, mientras que  el 5% restante se da en la corteza supra renal y en el cerebro. En el caso de las mujeres, que también poseen una cantidad de testosterona en sus organismos, la producción de esta hormona se da principalmente en la corteza supra renal, en el cerebro y en los ovarios. En la mujer la producción de testosterona es entre 10 a 20 veces inferior que en el hombre.

La función de la testosterona, además de dar las características físicas masculinas en el individuo, es también la de producir un efecto anabolizante, lo que quiere decir que es formadora de tejido. De acuerdo con esto último, la testosterona, en conjunto con otras hormonas, influencia en el desarrollo de los músculos y la estructura ósea en los adolescentes varones. Por lo que podemos concluir la importancia de la hormona testosterona en la formación de tejido nuevo para nuestro cuerpo.

Influencia de la testosterona en el aumento de masa muscular

Como ya se ha mencionado, esta hormona tiene una función de construcción de tejido, por lo que en lo que nos respecta al tema de masa muscular, es lógico que la testosterona sea nuestra aliada al momento de construir mayor tejido muscular basado en el entrenamiento.

La testosterona afecta la masa corporal muscular, la fuerza, la densidad ósea (siendo las mujeres de menor densidad ósea debido a un menor nivel de esta hormona), concentración mental, humor, pérdida de grasa (cuándo dicen que los hombres comen y comen y no engordan… mientras sean jóvenes),  y otros factores importantes, siempre tanto en hombres como en mujeres, aunque claro, con la facilidad de los hombres por producirla da resultados más rápidos y duraderos en ellos que en las chicas.

Testosterona en las mujeres

En el caso de las mujeres, se ha demostrado que las chicas que tienen una actividad física regular poseen niveles de testosterona mayores que en mujeres sedentarias, aunque el aumento de esta hormona en el sexo femenino está mucho más correlacionado con aumento de fuerza muscular que con cualquier otra capacidad física.

Una muy buena opción para las mujeres es el entrenamiento de fuerza en la zona inferior del cuerpo, ya que al estar sometiendo los músculos más grandes y fuertes del cuerpo humano (las piernas), la liberación de testosterona es altamente efectiva en mujeres dentro de lo que su organismo puede llegar a producir.

Las mujeres poseen un nivel mayor de cortisol, una hormona que podríamos decir que es la contra parte de la testosterona, ya que tiene efectos de acumulación de grasa y destrucción de tejidos. Esta hormona se libera, entre muchos otros factores, por estrés emocional, poco sueño y mucha grasa en el cuerpo.

¿A qué viene esto del cortisol?, pues un estudio del año 2004 llamado “Alteración de la relación testosterona: cortisol inducida por el entrenamiento de fuerza en mujeres” demostró que los entrenamientos de fuerza muscular en mujeres (experimentadas en entrenamiento) durante al menos 8 semanas de entrenamiento, atenuó los efectos del cortisol en el organismo, más no hubo aumento significativo de la testosterona (debido a que las mujeres la poseen en menor cantidad).

Podemos decir entonces que el efecto de un entrenamiento de fuerza en mujeres mantiene los niveles estables de testosterona y disminuye los efectos del cortisol, dando lugar así a un cuadro hormonal favorecido de síntesis de proteínas (uso de estas) para el desarrollo muscular.

Tipo de entrenamiento que favorece más la secreción de testosterona

En líneas generales, resumiendo todos los estudios sobre el caso, podemos decir que un ejercicio físico de intensidad moderada a alta suele ir acompañado de un aumento de esta hormona en la sangre.

Cuando nuestros entrenamientos van de una mediana intensidad o un trabajo de larga duración (resistencia), no se ve un aumento significativo de testosterona en sangre e incluso en casos puede llegar a disminuir. En los casos en que disminuyó la concentración de testosterona en la sangre el organismo necesitó entre 1 a 8 días (dependiendo del individuo) para recuperar los niveles normales de testosterona en la sangre. Esto conlleva a una incompleta síntesis proteica y por lo tanto una deficiente recuperación y reconstrucción muscular.

A modo de resumen podemos decir que la producción de testosterona en el entrenamiento irá directamente relacionada con la intensidad y duración de los ejercicios y que una inhibición de la testosterona produce efectos negativos en nuestra recuperación. Cabe mencionar que el ejercicio excesivo, o sobre entrenamiento, produce inhibiciones en la producción de testosterona.

Conclusiones

Las hormonas son sustancias químicas que viajan a través de la sangre con el objetivo de regular funciones en nuestro organismo. La testosterona es una hormona sexual masculina, cuya función, de entre muchas otras, corresponde a la formación y reconstrucción de tejidos, en este caso, de tejido muscular.  A pesar de ser una hormona sexual masculina, las mujeres también la poseen pero en menor cantidad.

En las mujeres, el cortisol es mayor debido a la composición más adiposa y de menor masa muscular, pero un entrenamiento de fuerza adecuado baja los niveles de cortisol dando paso a un mayor protagonismo de la testosterona en el cuerpo.

Para un efecto positivo y de ayuda de la testosterona en nuestro cuerpo, podemos utilizar el entrenamiento físico para poder tener niveles óptimos de esta hormona que nos ayuda en nuestro objetivo de aumentar masa muscular. Para ello, los entrenamientos de intensidad moderada a alta (fuerza) producen aumentos de testosterona en la sangre;  los de mediana a baja intensidad, o de alta duración (resistencia), no aumentan la testosterona en sangre e incluso pueden disminuirla, dificultando la recuperación muscular.

Fuentes:

Koolman, J.Rohm. K,(2004), Bioquímica texto y atas 3° edición, Madrid, España,  Editorial médica panamericana

Gonzalez, J. Gorostiaga, E, (2002),  Fundamentos Del Entrenamiento de la Fuerza: Aplicación Al Alto Rendimiento deportivo, Barcelona, España, INDE publicaciones.

The national association for sport and physical education et al, (1988), Nutrición para el éxito del deportista, Barcelona, España, Editorial Reverté S.A.

Vergel, N, (2010), La Testosterona: La Mejor Guia Para Hombres, Houston, Estados Unidos, Milestones Publishng.

Baechle, T. Earle, R, (2007), Principios del entrenamiento de la fuerza y del acondicionamiento físico, Madrid, España, Editorial médica panamericana.

Uchida, M et al, (2004), Alteración de la relación testosterona:cortisol inducida por el entrenamiento de fuerza en mujeres, Sao Paulo, Brasil,  Revista Brasileira de Medicina do Esporte.

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1 Comment

  • Hernán
    Hernán
    febrero 5, 2018 at 9:54 pm

    Estupendo artículo, gracias por el aporte

    Reply

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